Lo característico de un Live Act es que, a diferencia de un DJ Set, los tracks que suenan no están predefinidos, sino que los construyen y sobreponen sonido por sonido. El músico produce cada track, en vez de poner los de otras personas, editando e improvisando en tiempo real desde el escenario a través de los parámetros de diversos controladores, sintetizadores y drum machines que ensamblan para crear sus diferentes sesiones y pistas.Las prácticas van más allá de usar sintetizadores y drum machines, pues muchos productores incluso hacen uso de tornamesas, instrumentos orgánicos (guitarras, congas, piano, etc.), samplers y varios softwares entre sus equipamientos.Actualmente grandes exponentes de este tipo de formato son Mathew Jonson y Kink, quienes muestran su habilidad en sus respectivos Against the Clock de Fact Magazine.
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