¿Qué pasa cuando pones mota en tu café?

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¿Qué pasa cuando pones mota en tu café?

En nombre del servicio público, probé algunos productos de java-ganja para observar sus efectos en mis funciones cognitivas y motoras.

Hay una idea equivocada generalizada de que si combinas dos drogas obtendrás lo mejor de ambos mundos. Es el mismo tipo de pensamiento que nos dio la idea del vodka con Red Bull, la mota en el cigarrillo o el favorito de los fiesteros conocido como XECK (xanax, metanfetamina y ketamina juntos e inhalados). Sin embargo, prepararte una ensalada de drogas como esta generalmente resulta en un efecto sinérgico impredecible que usualmente es más fuerte que la suma de sus partes. Es más o menos el caso de mezclar café y cannabis, una tendencia cada vez más popular para las compañías de marihuana en los estados donde está ya es legal. En mi ciudad natal de Denver, hay intensas prohibiciones contra el alcohol combinado con cannabis, ya sea en productos vendidos en tiendas o en cualquier bar donde se permita el consumo de mota, basándose en la idea de que mezclar los dos puede ser peligrosa para ti y para otros. Pero no hay ningún reglamento para la infusión de productos de marihuana con cafeína.

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De hecho, las cafeterías están a punto de convertirse en el primer lugar de consumo de cannabis en Denver, luego de que el concejo municipal le prohibiera a cualquier local que vendiera alcohol el participar en la ya pasada iniciativa para el uso social. A diferencia de la marihuana, se ha demostrado que la cafeína es un químico adictivo, a pesar de ser consumido por un 83 por ciento de América sin acarrear prácticamente ningún estigma.


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Ya es bastante común para la gente de aquí combinar cannabis y café (he oído que lo llaman "Colorado speedball"), ya sea mezclando un porro con espresso, poniendo un poco de mantequilla con THC en una taza de café, o pidiendo un comestible con la mezcla o una taza de café disponibles en uno de los 700 dispensarios en el estado (¡hay más dispensarios que Starbucks!).

Pero poco se sabe sobre el efecto de estas dos drogas en nuestro cerebro y nuestro cuerpo. Navegar por el mundo de los comestibles ya puede ser una experiencia compleja y horrorosa (solo pregúntale a Maureen Dowd), que requiere de mucha matemática y planificación para evitar convertirte en un maniaco desnudo parado en una esquina de la calle gritando sobre el agrarismo. Agregar cafeína a la mezcla te lleva a toda una nueva dimensión de la experiencia, una que puede drogarte más de lo que esperabas.

Por eso, para hacer un servicio público, probé algunos de estos productos de java-ganja para observar los efectos en mis funciones cognitivas y motoras mientras intento completar varias tareas.

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Estos productos varían mucho en las proporciones de cafeína versus THC, y naturalmente esas diferencias tienen un gran impacto en el resultado final. Pero la única consistencia que encontré en mi experimento (que obviamente no fue científico) es que: hacen efecto mucho más rápido que la mayoría de los productos, y son significativamente más intensos.

Hay evidencia científica que respalda lo que digo, aunque las dinámicas neurológicas de cómo bailan el THC y la cafeína en el cerebro son profundamente complejas. Sergi Ferre, un neurobiólogo del Instituto Nacional del Abuso de las Drogas, ha sido el coautor de algunos estudios en el tema, y dice que sus estudios reflejan que la cafeína aumenta los efectos psicoestimulantes del THC.

Ferre también dice que consumir cafeína con marihuana regularmente aumentará los efectos adictivos de esta última (aunque cuando se refiere a los "efectos adictivos" resalta la diferencia entre "adicción" y "dependencia," y habla principalmente de los deseos de sus sujetos –monos ardilla, en este caso– de más THC).


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Actualmente, la dependencia física de la marihuana nunca ha sido comprobada, y es común para los activistas a su favor alegar que la cafeína es estadísticamente más adictiva que el cannabis.
Yo soy un gran fan de los comestibles. Los uso regularmente cuando troto largas distancias o en noches de fiesta. Generalmente, 10 mg de THC me da un efecto chido y tranquilo, como la fase placenteramente cálida luego de uno o dos cocteles, cuando todavía puedes funcionar pero tienes una euforia secreta en tu estómago. Así que cuando me di cuenta de que el "Espresso Buzz Bites" que acababa de comprar era de solo 10 mg cada uno, me pareció una idea razonable comerme uno antes de empezar a hablar en público.

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Una librería local estaba sacando una antología de cuentos cortos de autores de Denver, y me habían invitado a hacer una lectura. El comestible fue un chocolate oscuro belga increíblemente delicioso, mezclado con extractos de café y aceite de cannabis, y un par de granos de espresso encima. Pero era mucho más fuerte que la mayoría de comestibles de 10 mg que había probado. Sentía cómo me golpeaba el cerebro mientras me aproximaba al micrófono, convirtiéndome en un desastre de risa nerviosa con síndrome de deficiencia de atención (por suerte estaba leyendo un cuento de comedia, ya que mi boca estaba sonriendo violentamente como una lámpara de calabaza y parecía como si me estuviera riendo de mis propios chistes).

Mi nivel de energía se desplomó apenas una hora después, probablemente debido a que el espresso comestible contenía menos del 10 por ciento de la cafeína que contiene una taza de café. Aparentemente eso es suficiente para intensificar el THC, pero me dejó con una apatía como la que se tiene después de un baño caliente, lo cual era placentero, pero me impedía ser capaz de socializar. Sería un gran producto para comer en casa o antes de ver una película, pero no si se espera algo de ti.

El producto líquido de Canyon Cultivation, llamado simplemente "The Coffee," fue algo completamente diferente. Con 10 mg de THC, tiene la misma cantidad de cannabis que el Espresso Buzz Bites, pero este tiene 110 mg de cafeína (el equivalente a una taza de café).

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"La cafeína activa tu digestión, lo que hace que el THC se procese más rápido, produciendo lo que algunos dicen que es un efecto de THC más fuerte" dice Timothy McMurray, jefe de operaciones de Canyon Cultivation (es decir, no un científico). "Para mí, es genial para una mañana de domingo cuando me dispongo a limpiar el garaje y hacer algo de bricolaje. En el invierno, me tomo una taza antes de irme a esquiar".

El café negro a temperatura ambiente (probablemente debí haberlo refrigerado) no es muy apetitoso, pero nunca me ha importado el sabor de los comestibles. La mayoría están mercadeados por su sabor y raramente por el tipo de cannabis que tienen o cómo están procesados, lo que me parece ilógico porque solo pruebas el producto por unos segundos mientras que experimentas los efectos psicoactivos por horas.

De cualquier manera, The Coffee caló rápidamente, dándome una euforia familiar con un dejo de ansiedad como la que te da la cafeína. Traté de trabajar escribiendo un poco, pero las dos drogas estaban enfrentándose en mi conciencia, con el cannabis esparciendo mis pensamientos en una neblina existencialista ("¿qué son las 'oraciones', güey?"), y la cafeína gritándome como un soldado, pidiéndome que terminara este trabajo ya.

He escrito bastante bajo la influencia del cannabis y el café por separado, pero intentar trabajar con los dos es como tener dos equipos de sonido en el cuarto con diferente música sonando al mismo tiempo.

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Ferre me explicó que "la cafeína mejora las deficiencias cognitivas y de memoria del THC", lo que explicaría por qué el ensayo que estaba escribiendo se convirtió en una verborrea caleidoscópica de hechos sin conexión y tangentes emocionales.

Auqnue The Coffee puede no ser bueno para actividades intelectuales, fue muy divertido para salir a trotar (esta vez lo mezclé con hielo y leche de soya, y estaba muy sabroso). Ya llevo tres años ingiriendo comestibles de 20 mg antes de trotes de largas distancias (es una tendencia popular en aumento para los atletas), y soy bastante exigente con los productos que uso. Muchos comestibles están repletos de azúcar y usan cannabis de baja calidad en sus extractos (el equivalente en mota a los hot dogs baratos hechos de restos de cerdo), lo que provoca picos y caídas en la energía, dejándote cansado y sin motivación a medio camino del trote.
Los 110 mg de cafeína en The Coffee me dieron una energía constante, intensificando los 10 mg de THC lo suficiente como para sentir la ingravidez placentera que usualmente tengo cuando troto en 20 mg de THC. Lo que comenzó queriendo ser un trote casual de unos siete u ocho kilómetros, terminó en once.

La marihuana es actualmente una sustancia prohibida para los atletas que operan bajo la Agencia Mundial de Anti-Doping, por lo que sería difícil que los productos de café con cannabis fueran vendidos a los atletas, especialmente si se cree que son más adictivos que los productos regulares de marihuana. El estudio de Ferre, hecho junto con el Instituto Nacional de Abuso de Drogas, expresa su preocupación por el potencial incremento de adicción a la marihuana en personas que regularmente la mezclan con cafeína. Si se puede comprobar que mezclar mota con café la hace más adictiva (y más peligrosa), podría haber un impulso en las leyes contra estos productos, o su prohibición en estados donde recién se legalizó.

En todo caso, la marihuana y el café tienen propósitos totalmente diferentes: uno funciona como un estimulante para despertarte durante tu preparación para un día de trabajo, y el otro es un ritual postrabajo con la intención de relajar un cerebro estresado. Sé que algunas personas toman café por la noche, y muchas personas se drogan por las mañanas, pero en general, la sociedad los ha puesto en extremos opuestos por una razón.

Actualmente, no hay suficiente investigación del tema basada en experiencias con humanos para decir definitivamente lo que sucede cuando combinamos la cafeína con el THC (como es el caso de muchos temas con la marihuana), pero la posibilidad de que la cafeína intensifique la potencia del producto, sin mencionar el aumento del ritmo cardíaco causado por ambas drogas, sí justifica un escrutinio adicional en estos productos, y tal vez nuevas normas de etiquetación que informen a los consumidores sobre las proporciones de cafeína con respecto al THC de lo que compramos.

Yo seguramente mantendré algunas de esas infusiones aromáticas en mi refrigerador para ciertas ocasiones, pero en general, continuaré con mis sustancias para subir y bajar en lados opuestos del reloj.