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Música

¿Qué hizo tan grande al trance?

FB Oficial de ASOT

Me gusta pensar que la música electrónica es como una enfermedad o adicción de varios estadios. No porque sea malo, dañino o porque pueda llevarte a la quiebra solo por consumirla, bueno sí podría llevarte a la quiebra pensándolo bien. Entre boletos de festivales, fiestas, discos (si es qué aún los compras) cuentas premium y demás, te puedes llevar una lana, sin contar el look mamador y trucutrú.

¿Por qué por estadios? Simple, porque no llegas a la cumbre más alta, o la parte más profunda del vicio hasta que han pasado muchos años de sentirla, sufrirla, amarla y volverte loco tratando de infectar a otros. Uno de los primeros estadios para los que tenemos menos de 30 años, definitivamente fue el trance.

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Entre 1998 y 2008 fue el género electrónico por excelencia; era lo suficientemente fresa como para que algunas rolas pudieran escucharse en Alfa Radio (antes de que Toño Esquinca llegara a Radio Centro). Era lo suficientemente cool, como para meterlo de fondo a todo tipo de comerciales, pero, al mismo tiempo, necesariamente desconocido como para que te costara un poquito de trabajo reconocer qué demonios estabas escuchando.

No había Shazam, ni había casi publicaciones especializada. Internet no tenía ni por asomo los alcances de esta era, sobre todo antes de 2005. Así que tenía cierto aire elitista, uno en dónde podías cantar a todo pulmón rolas como esta y nadie a tu alrededor la reconocía.

Pero la historia no comienza ahí, aunque muchos fans piensen que así es. El trance tiene una historia muy anterior a 1990. Mamá Wikipedia dice que el género comenzó de la mano de Klaus Schulze, un productor que no está emparentado con Markus Schulz, que formó parte de proyectos como Tangerine Dream. Algo que seguramente usaron tus papás para alinear sus chakras porque según ellos, sonaba a música traída desde el fondo del universo.

Bueno, en realidad mi papá lo hacía antes de que el trance se llamara como se llama ahora. Este caballero produjo su música en medio de viajes en LSD, en una especie de comunión con el cosmos, el universo y su consciencia humana… O no, a lo mejor solamente estaba tratando de traducir su pacheca experiencia a sonidos que algunos les gustaba llamar, experimentales. Además, hubo una ola de productores que también le entraron a producir desde algún estado alterado de consciencia como Jean Michelle Jarre, que probablemente sea una de las piezas clave en el género.

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¿Alguno de ustedes vio Cosmos? La de Carl Sagan, no la Neil deGrass Tyson. Si la respuesta es sí, primero déjame decir que seguramente eres un nerdote de closet o salido de el. Y segundo, es probable que tus papás hayan sido los responsables de que a ti te guste el trance. Vangelis se encargó de buena parte del soundtrack de la serie. ¿No me creen? A las pruebas me remito.

El abuelito del trance era la que le dicen, que le llaman, "música cósmica". No, no tiene nada que ver que uno de sus representantes fuera parte del soundtrack de Cosmos. Si no que evocaba un viaje a través de las estrellas, la psicodelia y el LSD. Claro, eran finales de los setenta. En ese mood andaban todos, pero en la música electrónica, teníamos sintetizadores.

Al crecer con esos sonidos, había una generación completa de chavitos (jóvenes) que un día se convertirían en productores como, que, por lo menos como yo, seguramente fueron a un kinder Montessori o sus papás no les mataron la curiosidad. Y además de eso, les dieron computadoras en donde descubrieron que podían hacer música a través de programas. Los niños de los ochenta, se convirtieron en los productores de los 2000. Los sonidos que escuchaban a través de la televisión, no solo crearon su propia identidad, si no un género totalmente nuevo que sería, probablemente la segunda ola mainstream de la música electrónica. Los más famosos han sido los que continuación se mencionan.

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Armin van Buuren

Qué además confesó ser bien fan de Jean-Michelle Jarre.

Tiësto

Que a pesar de que se nos haya convertido al EDM, fue el primer top DJ capaz de programar música electrónica en un evento tan masivo como los Juegos Olímpicos en 2004.

Pero, ¿qué tiene el trance que lo hizo tan popular? Hablé con expertos en la materia y llegamos a la conclusión de que estas son algunas de las características básicas.

1. Base

Nos recuerda mucho a la, "música cósmica", con la que muchos crecimos a finales de los ochenta e inicios de los noventa. Que de alguna forma, te daban la ilusión de ser parte de una comunidad un poco más educada que tus compañeros de escuela.

2. Cuando hay vocales.

Estas suelen tener un elemento emotivo duro y a la cabeza. Amor y desamor, te hunden en la miseria o te sientes Blanca Nieves cantando con los animalitos del bosque.

3. La rola sin importar el género, es buena.

Te hace sentir parte de una comunidad. Los enfermos que llegamos aquí, es decir a la música electrónica a principios, teníamos en común ser una especie de nerds que no encajaba en la definición tradicional. Te gustan las máquinas y tienes acceso a ellas pero, no es 100% tu pasión en la vida. Son un instrumento no un todo. Un instrumento que sirve para hacer música, escucharla, y enterarte de lo que otros como tú, hacen entorno a ella alrededor del mundo.

¿Parece todo bonito y perfecto no?

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Pos no, la verdad es que tiene un pequeño defecto. Al haber sido una comunidad inicialmente 100% incluyente, hubo quienes encontraron en el trance el único lugar dónde ser fanáticos, como esos que te dicen, "vas a ir al infierno", en el metro cuando te ven con minifalda. Sí, probablemente los primeros haters en la música electrónica salieron de esta comunidad, en la que saber si Paul van Dyk o Tiësto debían ser los dioses más grandes del universo…

Hablando de Paul van Dyk ese al que a propósito lo dejé aparte. Además de que es realmente el primer Top DJ de la historia, tal y como lo conocemos, fue el primero en descubrir en México un nicho que casi 20 años después le da de comer a una gran parte de los DJs mainstream -y no tan mainstream- ¡Del mundo entero!

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Es de los pocos productores que a pesar del cambio de tendencia en la música electrónica más popular, dijo "Ñeeee, yo me quedó en el trance, como los machos". Por lo que se ganó dignamente el cariño de su fan base; fan base muy fiel, porque la neta, en 1999, con la época dorada de Paul van Dyk, muchos nos enganchamos para siempre con la música hecha a través de computadoras. Lo supo capitalizar muy bien, y hasta la fecha, es uno de los DJs que más ha tocado por todo México. Tuvo su primera boda en Cancún y además uno de los más grandes himnos de esa época se grabó en sus playas… Por más hipster que seas, me cae que te la sabes y hasta se te sale la lagrimita cuando le das play.

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México, es, fue y será una comunidad ávida por el trance. De entrada porque fue lo que muchos conocimos en el primer estadio de una enfermedad, crónica, degenerativa, costosa pero increíblemente deliciosa llamada música electrónica. La verdad es que me alegra mucho haber formado parte de esa generación que le ha tocado disfrutar de los eventos chiquitos en un club, cuando había señores clubes en la Ciudad de México, hasta los primeros masivos de 40, 60 o hasta 100,000 personas en el Foro Sol.

Esa época en la que se hacían esos primeros eventos grandotes y al aire libre, era justo esta, entre octubre y diciembre; podías sentir el frío en la cara y entre las manos mientras bailabas. Neblina, nariz fría, y los pies destrozados por los tacones, pero, la verdad no cambio por nada el haber vivido eso antes de la era del YOLO EDM.

¿Había DJs mexicanos dedicados al trance? Sí, pero de eso hablamos otro día con más calmita.

Minerva está sintiendo el frío y el trance en Twitter.