Todo el alcohol que has bebido ya ha jodido definitivamente tu cerebro

Un estudio recién publicado en la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research -me gusta leerla cuando estoy en un cuarto sin ventanas–examina la correlación entre la exposición repetida al alcohol durante la adolescencia y su efecto sobre el aprendizaje y la memoria. ¿Estás pensando lo mismo que yo? ¡Todos estamos muy jodidos! El estudio, realizado por nada más y nada menos que por el Department of Psychiatry and Behavioral Sciences de la DukeUniversity Medical School, expuso a ratones adolescentes al alcohol con el fin de explorar el impacto celular y sináptico resultante. El problema es el siguiente, según los científicos: el cerebro no se desarrolla plenamente durante la adolescencia si bebes.

La exposición repetida al alcohol durante la adolescencia, en términos generales,destruirá algunas conexiones cerebrales que podrían ser muy útiles en el futuro. Maldita sea. Pero, ¿a quién se refieren exactamente los investigadores cuando hablan de "adolescentes"? "A los ojosde la ley, se consideran adultos una vez que las personas llegan a la edad de 18 años, pero el cerebro sigue madurando y perfeccionándose hasta los veinticinco años", nos dijo la autora principal del estudio, Maryland Louise Risher. ¿Están de coña? ¿Nada de exponerse repetidamente al alcohol hasta finales de los veinte años? Naciones enteras están en serios problemas. ¡De puta madre! Estoy recordando vagamente ese momento, hace nueve años, cuando me desmayé en el sofá de mis padres, desnudo y sosteniendo una polvorienta botella de Cointreau que nadie sabía que existía.

Volviendo al tema, esto es lo que sucedió en el experimento. Los investigadores expusieron a los roedores adolescentes a un nivel de alcohol que "debilitaba pero no sedaba". Incluso sin mayor exposición a alcohol en la edad adulta, estos roedores eran… En fin, más estúpidos que sus compañeros abstemios. "La exposición repetida al alcohol dio lugar a cambios duraderos en la región del cerebro que controla el aprendizaje y la memoria", según los investigadores. Mierda. De pronto me acuerdo de esas botellas de limoncello, que subrepticiamente me tomaba a la tierna edad de 12 años.

Según el estudio la memoria y la función cognitiva en las ratas se deterioraron debido a la hiperactividad en la potenciación a largo plazo, o LTP (por sus siglas en inglés), un tipo de mecanismo de sinapsis cerebral. En resumen, las sinapsis de las ratas fiesteras se saturaron y los animales se volvieron incapaces de aprender. Por otra parte, afirmanlos científicos, hubo un cambio estructural en las ratas después deque absorbieran el equivalente en rata de demasiados rusos blancos.

Las espinas dendríticas –que son pequeñas protuberancias de las ramas de las células en el cerebro– no se desarrollaron bien debido a la exposición temprana al alcohol. En resumen, dicen los investigadores que, "algo sucede durante la exposición adolescente al alcohol que cambia la forma en la que funciona el hipocampo y otras regiones del cerebro", y ese algo no es algo bueno. Malditos botellones… ¡Estoy condenado! Lo único que puedo decir es esto: ¿Qué demonios? Estamos en 2015. Las facultades mentales están totalmente sobrevaloradas… Más allá del daño cerebral irreversible, ¿qué sería de la adolescencia sin un toque de alcohol? Seamos realistas, no puedes dar un discurso real sobre la cognición a menos que te metas una botella de agua descuidadamente rellena de vodka acompañándola de todas las porciones de chocolate rellenas de licor que quepan en tu boca marcada por el acné.